
La gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero la gente nunca olvidará cómo los hiciste sentir
¿Alguna vez has notado cómo algunas personas parecen atraer la atención de todos de manera natural? Estas personas parecen auténticas, carismáticas y con una facilidad para conectar con los demás. Sin embargo, para muchos de nosotros, las interacciones sociales pueden ser un poco más complicadas: estamos preocupados por decir lo correcto, y a veces, terminamos preguntándonos por qué hablamos en absoluto.
Lo que hace que una persona sea magnética y carismática no es un misterio. De acuerdo con Vanessa Van Edwards, autora del libro Cues, las personas altamente carismáticas destacan en dos rasgos clave: calidez y competencia. Sin embargo, la mayoría de nosotros no mantenemos un equilibrio entre ambos. Algunos somos más cálidos, mientras que otros somos más competentes, pero encontrar un equilibrio entre ambos es lo que realmente marca la diferencia.
La importancia de equilibrar calidez y competencia
Si eres una persona naturalmente cálida, probablemente te identifiques con ser amigable, compasivo y accesible. Las personas se sienten cómodas contigo y es fácil confiar en ti. Sin embargo, demasiada calidez puede hacer que, en ocasiones, los demás no te perciban como alguien impresionante o poderoso. Por otro lado, si eres alguien más orientado a la competencia, puedes proyectar una imagen de respeto, capacidad y autoridad. Aunque la gente te toma en serio, corres el riesgo de parecer inaccesible o intimidante.
La clave para ser verdaderamente carismático es lograr un equilibrio entre estas dos cualidades. Las personas que dominan tanto la calidez como la competencia son vistas como accesibles y confiables, pero también como individuos con capacidad y autoridad. La buena noticia es que, independientemente de cuál sea tu tendencia natural, puedes aprender a ajustar estas habilidades para mejorar tu comunicación.
Habilidades sociales para mejorar tu comunicación
Ahora que hemos establecido la importancia del equilibrio entre calidez y competencia, veamos algunos consejos prácticos para mejorar tu comunicación y habilidades sociales.
1. Usa los nombres de las personas
Uno de los primeros consejos que aprendí del libro de Dale Carnegie Cómo ganar amigos e influir sobre las personas es que usar los nombres de las personas en una conversación genera confianza y cercanía. Nuestro nombre es una parte clave de nuestra identidad, por lo que escucharlo nos hace sentir importantes y reconocidos.
Carnegie sugiere usar el nombre de una persona al menos tres veces durante tu primera conversación con ella. Por ejemplo, si te presentan a alguien llamado «María», podrías decir: «Encantado de conocerte, María. ¿María se escribe con ‘i’ o con ‘y’?». De esta manera, no solo ayudas a recordar su nombre, sino que creas una conexión instantánea.
2. Sé interesado, no interesante
Otro consejo clave de Carnegie es dejar de preocuparte por ser interesante y, en cambio, ser interesado. Las personas se sienten más conectadas cuando sienten que realmente las escuchas y te preocupas por lo que tienen que decir. En lugar de sentir la presión de contar algo impactante o interesante, enfócate en hacer preguntas y mostrar curiosidad por el otro.
Puedes demostrar interés a través de acciones sencillas como asentir, sonreír y mantener contacto visual. Estas señales no verbales indican que estás presente y comprometido en la conversación.
3. Evita hablar de ti mismo
Cuando alguien te comparte algo personal, puede ser tentador intentar relacionarlo con tu propia experiencia. Sin embargo, esto puede desviar la atención de la conversación y hacer que la otra persona se sienta ignorada. En lugar de contar tu propia historia, sigue explorando la de la otra persona. Si alguien te dice que le gusta pintar, por ejemplo, en lugar de responder con «Mi tío también pinta», pregúntale más sobre su propio arte: «¿Prefieres usar acrílicos o óleos?».
Este enfoque no solo demuestra que estás realmente interesado, sino que invita a la otra persona a compartir más, lo que fortalece la conexión.
4. Practica el “hilo conversacional”
Mantener una conversación viva requiere ofrecer varios “hilos” que el otro pueda seguir. En lugar de dar respuestas cortas o cerradas, puedes enriquecer tus respuestas para que la conversación fluya. Si alguien te pregunta «¿Qué hiciste el fin de semana?», en lugar de responder «Nada, solo descansé», puedes decir algo como «No mucho, hice una caminata, probé un nuevo restaurante de sushi y empecé a leer un libro increíble». Esto le da a la otra persona varios puntos de los que puede engancharse para seguir la charla.
5. Abraza la imperfección
Uno de los mayores bloqueos en la comunicación es el miedo a parecer imperfecto. Sin embargo, según la teoría del Efecto Pratfall, las personas suelen encontrar más agradables a aquellos que muestran vulnerabilidad o cometen pequeños errores, siempre y cuando ya se perciban como competentes. No tienes que esforzarte por ser perfecto todo el tiempo. De hecho, mostrarte vulnerable o admitir un error puede hacerte más accesible y auténtico.
En nuestras propias experiencias, por ejemplo, cuando incluimos bloopers en los videos, nuestra audiencia se conectó más con nosotros. Las imperfecciones humanizan y generan simpatía, permitiendo que otros se sientan más cómodos.
6. Evita el chisme
El principio de la transferencia de rasgos espontáneos en psicología sugiere que cuando describimos a alguien como «trabajador» o «inteligente», las personas que nos escuchan tienden a asociarnos con esos mismos rasgos. Por el contrario, si criticamos a alguien o lo etiquetamos negativamente, esos juicios pueden reflejarse en nosotros mismos.
Aunque pueda parecer que compartir chismes te hace más interesante, a largo plazo puede hacer que las personas te perciban como poco confiable. En lugar de hablar mal de alguien, intenta hablar positivamente de las personas. Esto no solo mejorará la percepción que otros tienen de ti, sino que también ayudará a mantener una atmósfera positiva.
El poder de la autenticidad y la confianza
No necesitas ser una celebridad o tener habilidades excepcionales para ser visto como alguien carismático y competente. Todos tenemos habilidades y talentos que pueden parecer normales para nosotros, pero que pueden ser fascinantes para los demás. La clave es apreciar tus propias cualidades y no tener miedo de compartirlas.
La confianza auténtica proviene de estar comprometido con tu propia vida y de valorar lo que tienes para ofrecer. Cuando te comunicas con autenticidad, las personas lo perciben y se sienten atraídas por ti. Así que la próxima vez que te encuentres en una interacción social, recuerda que el equilibrio entre calidez y competencia, junto con una actitud auténtica y confiada, es lo que te ayudará a mejorar tu comunicación y convertirte en alguien magnético.