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12 señales de que podrías estar sufriendo de TEPT-C (Trastorno de Estrés Postraumático Complejo)

El Trastorno de Estrés Postraumático Complejo (TEPT-C) es una condición psicológica que surge por la exposición prolongada a situaciones traumáticas, especialmente durante la infancia. A diferencia del TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático), que se desencadena por un solo evento traumático, el TEPT-C se desarrolla debido a la exposición continua a eventos como el maltrato emocional, la negligencia, la violencia doméstica o el acoso constante.

Muchas personas que sufren de TEPT-C pueden no estar diagnosticadas, lo que las lleva a vivir con una carga emocional difícil de identificar o manejar. A continuación, se describen 12 señales que podrían indicar la presencia de TEPT-C y que sugieren la necesidad de buscar ayuda profesional.

1. Sensación constante de peligro

Las personas con TEPT-C suelen experimentar una sensación permanente de inseguridad y peligro, incluso en situaciones aparentemente normales. Este estado de hipervigilancia se manifiesta como un temor continuo a que ocurra algo terrible, como una pérdida devastadora, una humillación pública o un cambio repentino y traumático en su vida.

Aunque los demás intenten tranquilizarles con lógica, el miedo es tan intenso que resulta imposible calmarlo. Este síntoma no es simplemente «confusión», sino una clara señal de que el trauma pasado sigue afectando a la persona.

2. Incapacidad para relajarse

Otro síntoma común del TEPT-C es la rigidez física y emocional. Las personas afectadas suelen tener el cuerpo en tensión constante y rechazan cualquier actividad que promueva la relajación, como el yoga, la meditación o los ejercicios de respiración. Esta resistencia proviene de un miedo profundo y a menudo irracional a bajar la guardia.

La tensión también puede afectar al sistema digestivo, provocando malestares como colon irritable o problemas intestinales.

3. Problemas crónicos de sueño

Las personas con TEPT-C suelen tener problemas para dormir. Pueden despertarse temprano en un estado de alarma, sintiendo que al relajarse han perdido el control. Este patrón de sueño interrumpido refleja su incapacidad para bajar la guardia, incluso durante el descanso.

4. Autoimagen profundamente negativa

Un síntoma central del TEPT-C es una autoimagen distorsionada. Las personas afectadas suelen odiarse a sí mismas, considerándose repulsivas, monstruosas o indignas. Este autodesprecio puede afectar gravemente su autoestima y su vida sexual, sintiéndose predadores o avergonzados de sus deseos o comportamientos.

5. Atraerse a personas emocionalmente no disponibles

Aquellos con TEPT-C tienden a rechazar a personas que muestran afecto o interés sincero por ellos. En lugar de buscar relaciones cercanas, se sienten atraídos por personas emocionalmente distantes o inaccesibles, lo que perpetúa su sensación de rechazo y aislamiento emocional.

6. Desagrado por la cercanía emocional

Las personas con TEPT-C a menudo sienten repulsión hacia el afecto y la cercanía. Ven a las personas cálidas y afectuosas como desesperadas o molestas, y evitan situaciones en las que se les pida que sean vulnerables o que muestren emociones positivas.

7. Pérdida del control emocional

El TEPT-C puede causar estallidos de ira que a menudo son desproporcionados. Estas explosiones de temperamento no solo se dirigen hacia los demás, sino también hacia ellos mismos. No es solo enojo, sino un estado de terror interno por la posibilidad de que todo empeore de nuevo.

8. Paranoia constante

Las personas con TEPT-C no necesariamente temen ser perseguidas físicamente, pero creen que los demás tienen intenciones hostiles hacia ellas. Son muy sensibles a las críticas y creen que otros están esperando el momento adecuado para humillarlas o aplastarlas.

9. Preferencia por el aislamiento

El TEPT-C puede llevar a que las personas vean la soledad como una forma de seguridad. A menudo fantasean con retirarse completamente del mundo, lejos de los demás, ya que el contacto social les resulta demasiado angustiante y peligroso.

10. Cansancio extremo ante la vida

Aunque no siempre se identifican como suicidas, las personas con TEPT-C pueden experimentar un profundo agotamiento emocional y una sensación de que la vida es abrumadora. El deseo de «dejar de existir» no siempre se manifiesta como un impulso suicida, pero la idea de escapar de la vida se convierte en algo atractivo en los momentos más oscuros.

11. Necesidad de control riguroso sobre las rutinas

El TEPT-C lleva a las personas a mantener rutinarios estrictos como un intento de evitar el caos. Cualquier cambio repentino en su rutina puede desencadenar una intensa ansiedad, ya que perciben estas alteraciones como señales de un colapso inminente.

12. Búsqueda de éxito externo sin encontrar satisfacción

Muchas personas con TEPT-C intentan compensar su sentimiento interno de inseguridad buscando logros externos, como dinero, fama o prestigio. Sin embargo, incluso cuando logran el éxito, la sensación de peligro interno persiste, lo que provoca que nunca se sientan satisfechos ni seguros.

¿Cuál es la solución para el TEPT-C?

El camino hacia la recuperación del TEPT-C comienza con la autocompasión. Es esencial reconocer que el trauma vivido no ha sido completamente procesado, a menudo porque la persona no ha tenido un entorno seguro y amoroso donde hacerlo. El TEPT-C surge de una falta de amor, y su cura radica en aprender a amar a esa versión de uno mismo que ha sido injustamente rechazada.

La terapia especializada en TEPT-C es crucial para la recuperación. Esto implica trabajar con un profesional capacitado que entienda el trauma complejo y pueda guiar al paciente a través del proceso de reconocer su valor y su dolor. Con el tiempo, las personas afectadas pueden aprender a reconectar con sus emociones y a encontrar la paz interior que tanto necesitan.

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